Científicos de la Universidad Sechenov junto con otros investigadores de Australia han avanzado en la evaluación de la calidad de la carne. Para ello han avanzado en el desarrollo de la espectroscopía de fluorescencia demostrando que puede ser un método preciso en la clasificación de la carne en categorías de calidad estándar. La descripción del método y los resultados del trabajo se publicaron en Journal of Biophotonics
Los investigadores expusieron las muestras a la luz con una longitud de onda de 250-350 nm (ultravioleta cercano y medio) y midieron el espectro de la fluorescencia en un rango de 285-635 nm (desde ultravioleta medio hasta el borde entre la luz visible y el infrarrojo). La intensidad de la emisión se estableció en la matriz frecuencia de excitación – frecuencia de emisión.
Es interesante observar que esta tecnología, que se desarrolló originalmente para la industria cárnica, se puede traducir aún más en medicina e investigación biomédica. El principio en el que se basó este estudio, es decir, la detección de autofluorescencia específica de varios componentes tisulares, permite evaluar la estructura y el estado funcional de los tejidos sin tomar fragmentos de tejido para análisis bioquímicos o histológicos. Por lo tanto, el estudio también puede considerarse como un posible paso hacia diagnósticos no invasivos y sin dolor en medicina.