Investigadores del Instituto Roslin (University of Edinburgh’s Royal), están utilizando análisis de las interacciones sociales que se producen en las piaras de cerdos, cuando comparten corrales por primera vez, intentando anticipar lo que ocurrirá en el futuro para evitar comportamientos agresivos y mejorando, en definitiva, el bienestar de los animales.

En el estudio, cuantifican la red de relaciones que se crean en los cerdos a nivel de grupo, con el objetivo de comprobar si se pueden utilizar las características que definen la “red social” interna para predecir las interacciones agresivas posteriores

Los datos recogidos apuntan a que los cerdos que establecieron grupos sociales grandes fueron menos agresivos a largo plazo, aunque hubieran surgidos peleas en un primer momento. Mientras que los que formaron grupos más pequeños mostraron una mayor agresividad posteriormente, aun cuando no interactuaran en el primer encuentro.

En sus conclusiones, sugieren que al dividir las piaras en grupos pequeños se fijan relaciones jerárquicas inestables que derivan en conflictos. Si los grupos son suficientemente grandes, las posiciones sociales de los animales son más consistentes y a la larga se reducen las agresiones, porque disminuye la competencia y la necesidad de alcanzar un nuevo nivel jerárquico.

https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0205122

Fernando Asensio. Coordinador CEIVET

error: Content is protected !!